A sus 17 años el pájaro Benji llevaba una vida bastante estable… Pero recientemente todo cambió, de la noche a la mañana.
Benji es un perico del Congo (África) que vivía felizmente con su dueña hasta que su novio decidió que no quería tener a una mascota así en casa.
¿Cuál fue la solución?, echarlo de casa… Lo dejaron en un refugio… No pareció importarles que el animal llevaba toda su vida allí, acostumbrado y a gusto. Por fortuna, la Humane Society of the High Plains, en Kansas, conocía a la persona indicada para cuidar al pobre animal: Kail Marie del Tallgrass Parrot Sanctuary, ubicado en Lecompton. Ella cuida todo tipo de pájaros exóticos abandonados, les da un hogar a aquellos que no tienen otro lugar en el mundo.
Benji se mudó en junio y ya está aprendiendo a amar su nuevo hogar. Un ambiente de ricas frutas y vegetales, además de un gran grupo de amigos como ella, están ayudado a sanar la ausencia de aquellos que la abandonaron.
Es triste que muchos pájaros experimenten los mismos problemas que Benji, los demás residentes del santuario han tenido que pasar por lo mismo.
“Sus patas están artríticas y lisiadas, esto indica que estuvo sentada en una caja o jaula sin salir”, dijo Marie. “Ella es muy dulce, lo que demuestra que en algún momento ella fue muy querida, pero luego la olvidaron”.
Los pericos no son animales domésticos, Marie le recuerda siempre esto a las personas, inclusive si han crecido en cautiverio para luego ser vendidos como mascotas. Muchos pájaros exóticos son rechazados o se quedan sin hogar porque la gente se da cuenta, muy tarde, de que no tienen lo que necesitan para ser felices.
Qué alegría que exista un lugar como el santuario de Benji para reconfortar a estas criaturas que han sido sacadas de forma arbitraria de su hábitat.
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